MUJER VITAL: elige crecer

Hace cuarenta y siete años que soy hija y mujer; veinticinco, trabajadora; veinte, esposa; y dieciocho que soy madre. Diferentes roles durante mucho tiempo: un largo recorrido para encontrar mi propia forma de hacer, una forma que me permita Ser. Un camino que no es fácil, pero merece la pena.

De forma inconsciente nos limitamos a reproducir lo aprendido, lo que hemos visto, lo que nos parece que es adecuado y será aceptado. Nos identificamos tanto con nuestros roles personales y profesionales que quedamos atrapadas en ellos. Los ejercemos de forma automática, bajo el cristal empañado por nuestras creencias sobre lo que debemos hacer en una situación determinada.

Los roles tienen su propio impulso, una inercia del pasado, del modo en que los demás han hecho las cosas, y de las expectativas que tenemos sobre nosotras, sobre nuestro compromiso y forma de actuar.

A veces, estamos tan identificadas con un determinado rol que ni siquiera podemos verlo. Esta imagen limitadora determina nuestra conducta y quedamos atrapadas en una forma de ejercer un rol que ha dejado de ser útil. De este modo, creamos nuestra propia prisión inconsciente, repleta de expectativas autoimpuestas, que nos aleja de nuestro verdadero Ser.

«No se puede enseñar nada a un hombre. Solo se le puede ayudar a descubrirlo en su interior» (Galileo Galilei)

El cambio nace cuando te das cuenta de que tus frustraciones vienen de cómo estás viviendo cada rol. El primer paso es la toma de conciencia y aceptación. A partir de ahí, la recuperación del propio equilibrio nos permite romper las ataduras y encontrar formas alternativas.

La toma de conciencia de que cabe elección nos hace libres. Podemos elegir y elegirnos.

El problema no es el rol sino la relación que mantenemos con él. Los roles son oportunidades para amar y Ser, pero debemos ser cuidadosas en no identificarnos tanto con una forma concreta que nos limite. Es fundamental cambiar y crecer dentro de nuestros roles, sin quedarnos atrapadas en ellos, para dar lo mejor siendo fieles a nosotras mismas, desde lo más auténtico. Soltar nuestras creencias y actitudes limitantes, elegir nuestra propia forma de equilibrio entre los distintos roles y dejar de hacer para empezar a Ser.

«El secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en luchar contra lo viejo sino en construir lo nuevo» (Sócrates)

MUJER VITAL posibilita este autoconocimiento, toma de conciencia y empoderamiento para que las mujeres lideren sus vidas.

Vital es mi cuarto apellido. El apellido de mi abuela materna, un gran referente de amor y sabiduría. Su vitalidad sigue en mí y es lo que tengo para dar al mundo.

ELIJO CRECER y aliento a mis hijas para que se elijan.

Ese es el pilar de Mujer Vital, que cada mujer tenga las herramientas y determinación para conocerse y elegir cómo crear y vivir su vida, para elegirse.